Las enfermedades reumáticas son un grupo de aproximadamente 200 patologías, gran parte de estas enfermedades afectan a todo el organismo y causan entre el 40 y el 50% de las incapacidades laborales. El otro porcentaje se relacionan al desgaste del aparato locomotor compuesto por los huesos, músculos, articulaciones, tendones y ligamentos, y las otras alteran el sistema inmunológico.
Estas enfermedades se presentan con más frecuencia en mujeres que están entre los 15 y 50 años de edad, pero pueden afectar también hombres, niños y ancianos.
Estas enfermedades no son causadas por una única condición, lo que si está demostrado es que los factores genéticos, ambientales e infecciosos tienen relevancia, por otro lado, hábitos de vida no saludables como el tabaquismo, alcoholismo, la mala higiene oral, la falta de ejercicio y la adicción a las sustancias psicoactivas pueden desencadenar una enfermedad reumatológica.
El síntoma más común de estas enfermedades es el dolor crónico en las articulaciones, también se presentan síntomas como cansancio, fiebre sin causa aparente, lesiones en la piel después de la exposición al sol, dolor e inflamación en las articulaciones. Los síntomas van apareciendo lentamente de manera crónica.
De acuerdo con un estudio realizado a 6.693 pacientes por la Fundación Española de Reumatología el 35% de los entrevistados referenciaron un dolor más frecuente en las rodillas, el 26% en las manos, 20% en la columna vertebral, y 16% en los hombros.
El diagnostico de este tipo de enfermedades empieza en la consulta con un profesional de la salud, es fundamental que el paciente manifieste el padecimiento de los síntomas asociados a estas enfermedades. Una vez el médico los registra en la historia clínica envía una serie de exámenes de laboratorio, radiografías y ecografías. Para los casos puntuales de osteoporosis se realiza una densitometría ósea.
Si bien los factores genéticos son una causa relevante que no se puede controlar, otras causas como tener una alimentación balanceada rica en calcio, hacer ejercicio frecuentemente y evitar el alcohol y el tabaquismo reduce considerablemente la aparición de este tipo de enfermedades. Si ya se padece alguna de estas patologías, mantener estos buenos hábitos reducirá la progresión y nivel de discapacidad causada por estas enfermedades.
El tratamiento para estas enfermedades esta basado en analgésicos para el control del dolor y antiinflamatorios para evitar la inflamación. Debido a que existen diversos tipos de estas enfermedades el tratamiento depende en gran parte de las estructuras afectadas y del origen del daño.
Los tratamientos farmacológicos siempre van acompañados de terapias físicas que evitan la perdida de movilidad y de una dieta balanceada. Los medicamentos se dividen en tres, el primer tipo controla los síntomas, los segundos trabajan en el bloqueo de los efectos y mecanismos de acción de la enfermedad y los terceros, conocidos como corticoides comparten características de los dos primeros. Para la osteoporosis específicamente, existe otro tipo de medicamentos conocidos como biotecnológicos, tratamientos que evitan la perdida de masa ósea que modulan los niveles de estrógeno.
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