La costura es una técnica que ha tomado mucha relevancia en los últimos tiempos, no solo porque es una actividad de relajación que desarrolla habilidades como la imaginación y la creatividad, sino, porque también ayuda a liberar la tensión y el estrés.
Fundare ha desarrollado a través de los años grupos de pacientes con interés en la costura, donde se desarrollan tejidos y se aprenden técnicas para fortalecer la habilidad motora. Para las personas que padecen de enfermedades reumáticas, más que una clase o taller de costura es una terapia psicomotriz que permite mantener la movilidad de las articulaciones de las manos, los codos y los hombros.
La terapia con base en la costura no sólo mantiene la mente y el cuerpo activos, sino que desarrolla la concentración y la claridad en pensamientos positivos ya que al coser puntos en una hilera de mayor resolución, permite la organización y el seguimiento de estructuras, este mismo ejercicio se hace mentalmente permitiendo que sus ideas se vuelven más claras y organizadas.
Esta labor manual logra detener el deterioro cognitivo, mejora la autoestima debido a que se basa en la repetición de una acción que se aprende y perfecciona con tiempo y dedicación, cuando se logra dominar la técnica y comienzan a verse los resultados esto se convierte en un hobbie. La costura se ha constituido como una terapia de recuperación para diferentes enfermedades crónicas.
Esta labor es muy beneficiosa ya que si se ve desde el aspecto físico y motor desarrolla la motricidad fina y perfecciona los pequeños movimientos diarios evitando la rigidez de las articulaciones.
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